Phil Knight, el fundador de Nike, una de las marcas deportivas más icónicas del mundo, buscaba un nombre que transmitiera velocidad, energía y poder. Se inspiró en la diosa griega de la victoria, Niké, y decidió llamar a su empresa «Nike». Esta elección reflejaba la visión de Knight de ayudar a los atletas a alcanzar la grandeza y capturaba la esencia de su pasión por el deporte.

Richard Branson, el famoso empresario británico conocido por su imperio de negocios bajo la marca Virgin, que abarca desde aerolíneas hasta música y telecomunicaciones, eligió ese nombre, «Virgin», porque él y sus socios se consideraban «novatos» en el mundo empresarial, y querían transmitir la idea de ser nuevos en todos los sectores y destacar su atrevimiento a desafiar el statu quo.

John S. Pemberton, el creador de la famosa bebida gaseosa Coca-Cola, decidió nombrarla así por la combinación de ingredientes clave: las hojas de coca y la nuez de cola. Este nombre no solo era distintivo, sino que también tenía una sonoridad única que se convirtió en un factor clave para su éxito comercial.

Cómo Elegir El Nombre De Tu Empresa

Algunos de los factores más útiles a tener en cuenta a la hora de elegir el nombre de tu negocio son:

Sé original y creativo. Tu nombre debe destacar entre la multitud y ser único. Juega con las palabras, las metáforas o incluso las combinaciones inusuales. Realiza una lluvia de ideas o brainstorming, y piensa en nombres que evocan emociones o que despierten la curiosidad. También es buena idea pedir opinión a tus seres queridos y gente cercana.

Diferénciate del resto. Asegúrate de que el nombre que escoges no haya sido adoptado ya por otra marca. Algunos ejercicios para ésto es buscar el nombre en internet y ojear los resultados de búsqueda, verificar si el dominio web (tunombrecomercial.com o tunombrecomercial.es) está libre para comprar, o si ese mismo nombre está disponible en las bases de datos de registros comerciales y marcas registradas, algo que no solo te hará diferenciarte sino que también te evitará conflictos legales en el futuro.

Pon en práctica el principio de memorabilidad de una marca. Elige un nombre que sea fácil de recordar. Evita complicaciones y asegúrate de que sea pronunciable y comprensible tanto en tu mercado local como a nivel internacional. La simplicidad es clave.

Ten claro los aspectos clave de tu negocio. Al igual que muchos escritores no eligen el título de su novela hasta que no la terminan, el nombre de una empresa también aparecerá después de trabajar algunos aspectos claves. Identifica qué hace única a tu empresa y cómo planeas brindar valor a tus clientes para que confíen en tus productos o servicios. Cuando tengas claro tu modelo de negocio, buscar nombre será mucho más sencillo.

Aunque existen muchos más factores a considerar, recuerda que lo más importante es que te sientas cómodo y conectado emocionalmente con el nombre de tu negocio, pues también serás tú la persona que más tiempo invierta en él.